En numerosas ocasiones nos sentimos que cumplimos, todo lo que ha
nuestro criterio nos hace unos “fieles” seguidores de Jesús y dignos
hijos de Dios. ¿Pero realmente lo somos.?
En Mateo capitulo 5:17-19. leemos: "No
malinterpreten la razón por la cual he venido. No vine para abolir la
ley de Moisés o los escritos de los profetas. Al contrario, vine para
cumplir sus propósitos. Les digo
la verdad, hasta que desaparezcan el cielo y la tierra, no desaparecerá
ni el mas mínimo detalle de la ley de Dios hasta que su propósito se
cumpla. Entonces, si no hacen caso al mas insignificante mandamiento y les enseñan a los demás a hacer lo mismo, serán llamados los mas pequeños en el reino de los cielos, pero el que obedece las leyes de Dios y las enseña será llamado grande en el reino del cielo"
Desde el antiguo testamento Dios nos ha dicho que debemos hacer para
ser digno a sus ojos. Esto lo escribió en las tablas que entregó a
Moisés y luego Jesús nos recordó cuales son estos mandatos de Dios.
Leemos en Marcos Capitulo 10:17-19. "Cuando
Jesús estaba por emprender su camino a Jerusalén, un hombre se le
acerco corriendo, se arrodillo y le pregunto: Maestro bueno, ¿Qué debo
hacer para heredar la vida eterna? ¿Por qué me llamas bueno? Pregunto Jesús. Solo Dios es verdaderamente bueno: pero para contestar a tu pregunta, tu conoces los mandamientos “No
asesines, No cometas adulterio, No robes, No des falso testimonio o
mientas, No estafes a nadie, honra a tu padre y a tu madre”
Para saber si eres digno de entrar al reino de Dios, solo debemos
corroborar que no rompemos las leyes que Dios mismo nos dio y esto no es
otra cosa que los mandamientos.
En una ocasión Jesús le digo a sus apóstoles. Lucas 17:1-2. leemos "Jesús les digo a sus seguidores “ No se puede evitar las causas del pecado, pobre de aquel que las ocasione seria mejor que lo tiraran al mar con una piedra de molino atada a su cuello.”
Debemos ver que no entraremos al cielo si no cumplimos los
mandamientos de Dios y sino ayudamos a que otros cumplan los
mandamientos tampoco Dios nos dejara entrar.
Así que debemos ser cuidadosos, revisar nuestro proceder verificando,
no creernos sabios en nuestro propio pensar, así que de maneras
impensadas podemos ser trasgresores de los mandamientos.
Porque la Biblia nos advierte sobre esto en Mateo capitulo 7:21-23. "No
todo el que me llama “Señor, Señor” entrara al reino del cielo. Solo
entraran aquellos que verdaderamente hacen la voluntad de mi Padre que
esta en los cielos. El día del
juicio, muchos dirán “Señor, Señor” Profetizamos en tu nombre,
expulsamos demonios en tu nombre e hicimos muchos milagros en tu nombre”
Pero yo responderé “Nunca los conocí. Aléjense de mi, ustedes que violan la ley de Dios.
Por eso cada día de nuestras vidas debemos pedir al Espíritu Santo,
que nos llene de sabiduría, guiando nuestros pasos para que no violemos
las leyes de Dios y seamos dignos de entrar al reino del cielo.
Quiero terminar con este pensamiento de San Agustín que decía “Hay en
la eucaristía tantos misterios como gotas de agua en el mar, como átomos
de polvo en el aire y como ángeles hay en el cielo”
GR. Este es un pequeño esfuerzo para la divulgación de la Palabra de Dios. A Dios sea la Gloria por siempre.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario