A veces sentimos que Dios, por mas que le pedimos, rogamos, oremos, clamemos y hablamos con Dios, sentimos que no oye nuestras suplicas, peticiones y deseos.
En la Biblia esta quizás, la respuesta a esa interrogante que nos hacemos. En el libro del Apocalipsis capitulo 3:1 al 4, en su mensaje a la iglesia de Sardes dice:“Al ángel de la Iglesia de Sardes escribe: Esto dice el que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas. Conozco tu conducta; tienes nombre como de quien vive, pero estas muerto. Ponte en vela, reanima lo que te queda y esta a punto de morir. Pues no he encontrado tus obras llenas a los ojos de Dios. Acuérdate, por tanto de como recibiste y oíste mi palabra: guárdala y arrepiéntete. Porque, si no estas en vela, vendré sobre Ti. Tienes, no obstante, Sardes unos pocos que no han manchado sus vestidos. Ellos andarán conmigo vestidos de blanco, porque lo merecen”
¿Qué podemos entender de esto?... En el mensaje a la iglesia de Sardes, encontramos como el pueblo de Dios, había volteado su rostro. Ya no buscaba del Señor, con esa devoción verdadera, en muchos había un amor hacia a Dios, rutinario, no había fuego en su corazón. No ese amor fanático, que solo dura por un tiempo. El amor a Dios, debe ser continuado a lo largo de nuestra vida, ser cálido y vivo, cada oración debe ser sentida, que cada fibra de nuestro cuerpo hable al creador, a Dios.
Veamos como el profeta Hageo, explicó porque el pueblo, no era oído por Dios. En el libro de Hageo. Capitulo 1:2-11 dce: “ Esto es lo que dice Dios: El pueblo alega “Todavía no, ha llegado el momento para reconstruir la casa de SEÑOR” Entonces el Señor envió el siguiente mensaje por medio del profeta Hageo. ¿Por qué viven ustedes en casa lujosas mientras mi casa permanece en ruinas? Esto es lo que dice el SEÑOR: “Miren lo que esta pasando. Han sembrado mucho pero cosechado poco, comen pero no quedan satisfechos, beben pero aun tienen sed, se abrigan pero todavía tiene frío. Sus salarios desaparecen, como si lo echaran en bolsillos llenos de agujeros”
Esto es lo que dice el SEÑOR “Miren lo que esta pasando” Vayan ahora a los montes, traigan madera y reconstruyan mi casa. Entonces me complaceré en ella y me sentiré honrado, dice el SEÑOR. Esperaban cosecha abundantes, pero fueron pobres y cuando trajeron la cosecha a su casa, yo la hice desaparecer con un soplo. ¿Por qué? Porque mi casa esta en ruinas, esto dice Dios, mientras ustedes construyen sus casa elegantes.
Es por causa de ustedes que los cielos retiene el roció y la tierra no produce cosechas. Yo mande la sequía a sus campos y colinas, una sequía que destruirá el grano, el vino nuevo, el aceite de oliva y las demás cosechas, una sequía que hará que todos ustedes y sus animales pasen hambre y arruinará todo aquello por lo que tanto han trabajado”
Todo padre que quiere a sus hijos, los corrige, los castiga cuando hacen algo que esta mal. Dios es nuestro creador, nuestro PADRE.
Nosotros somos la iglesia de Dios, si como iglesia estamos, apartados de Dios a través de santería, siendo vanidosos, egoístas, indolentes ante la necesidad de otros, codiciosos, rencorosos, lujuriosos, etc.
Esto hace que nosotros que somos la iglesia de Dios, mostremos una iglesia que esta en ruinas.
Dios nos quiere oír, para bendecirnos, para darnos cada cosa que le pedimos, pero debemos como su iglesia, cumplir sus mandamientos y buscar que nuestra nación, sea un país que anda el camino estrecho.
GR. Este es un pequeño esfuerzo para divulgar la Palabra de Dios. A Dios sea la Gloria por siempre.
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